Súplica.
Eres el ser supremamente uno
revelado en mi etapa
adolescente,
la implosión repentina de mi mente,
un amor especial como ninguno.
Nudo de oscuridad que yo desuno,
luz de mi juventud incandescente,
hálito de eterna paz en mi inconsciente,
tú eres el pan que saciará mi ayuno.
¿Irá mi “ser moviente” hacia tu esencia,
habitarás mi carne desolada
transformando en amor mi vida entera?
Regresa con tu ser a mi conciencia
abriendo con el temple de tu espada
la coraza del alma que te espera.