I - Pánico al vértigo.
Es un ahogo, un escalofrío,
un paso atrás, un aferrarse al suelo,
no existe una razón, solo el anhelo
de no ceder ante tal desafío.
No viene desde fuera, es algo mío,
es el imán de un desmedido vuelo,
el sugestivo brillo de un anzuelo,
que me atrae sin piedad hacia el vacío.
Mirar desde la altura me enloquece,
multiplica por diez mis sensaciones
y, situado al borde de mí mismo,
sublimo la distancia y me parece
que no puedo frenar las intenciones
de arrojarme a volar sobre el abismo.
Esa angustia vital de no encontrarte,
de sentir el vacío en tu conciencia.
el no llegar al fondo de tu esencia,
por más que desde fuera pueda amarte.
Esa frialdad que siento al contemplarte
si no me comunicas tu presencia,
y ese dolor que siento con tu ausencia,
no me dejan quererte ni soñarte.
Pánico siento al ver que no me quieres,
de que estás junto a mi sin desearme,
callando la razón de tu distancia,
si en tu interior silencio así me hieres
se resiente mi amor al no centrarme
en tu vida, tu voz y tu sustancia.